La psicología del deporte es la rama de la psicología que estudia el comportamiento humano en el ámbito deportivo. Y el comportamiento incluye tanto la conducta pública/observable (lo que hacemos) como la privada/no observable (nuestros pensamientos y emociones). Los psicólogos del deporte trabajamos el cerebro como un músculo más, entrenando las emociones, los pensamientos y actitudes para que acerquen al deportista a sus objetivos.

Otro objetivo (además del bienestar emocional en la práctica deportiva) es mejorar el rendimiento deportivo. El rendimiento entendido no tanto como ganar todas los partidos o competiciones (resultados), sino como facilitar que todo deportista experimente su mejor nivel en los entrenamientos, y que además sepa trasladar a la competición esos mismos comportamientos y ese nivel de ejecución en las tareas deportivas. Y que además disfrute en ese proceso.

Para eso, toca trabajar sobre lo que es controlable por los deportistas, y aprender a cómo gestionar lo que no es controlable por uno mismo. El rendimiento tiene que ver con alcanzar el nivel de ejecución deseado con una tarea concreta. Sin embargo, el resultado depende, además del rendimiento del deportista, de otros factores externos (otros deportistas, jueces/árbitros, entrenadores, climatología,…) que no son controlables por el deportista.