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Alrededor del 50 % de nuestras actividades diarias son hábitos y rutinas. Y vivimos en un mundo de CAUSAS y EFECTOS, con lo que todo en la vida es resultado de algo anterior. Los resultados personales, académicos, deportivos, profesionales que obtenemos (niñ@s, entrenadores, deportistas, padres,…)  son, en gran parte, consecuencia directa de los hábitos y rutinas que has adquirido. Así que, si quieres influir en tus resultados y mejorarlos, una buena opción es que pongas foco y te tomes muy en serio tus hábitos, es decir, aquello que depende de ti, aquello que tú puedes controlar. Así que, para obtener los RESULTADOS que deseas es innegociable «activar» ciertos HÁBITOS y mantenerlos el tiempo suficiente. Tu labor es, precisamente, descubrir cuáles son y ponerlos a trabajar para ti.

Pero, ¿qué es un hábito?

Sabemos que un hábito es una ACCIÓN repetida muchas veces a lo largo del tiempo, aquello que ya hacemos prácticamente sin pensar. Es el mecanismo que usa tu cerebro para AHORRAR ENERGÍA, para ser más eficiente. Nuestro cerebro es un adicto al piloto automático, para él es mejor repetir cada día lo que ya has hecho que tener que pensar que hacer. Y por eso, intentará que mañana hagas lo mismo que has hecho hoy. NO le importa si es bueno o malo para tu salud o para tu rendimiento. Si tú no eliges tus hábitos, tu cerebro lo hará por ti. Y aunque no lo explican todo, los hábitos son, de todo aquello que tú puedes controlar, la parte que más influye en tu rendimiento y en tus resultados

El truco está en:

1. Elegir y crear el hábito

2. Delegar en tu cerebro

Tú eliges y construyes el hábito, después tu cerebro lo ejecuta, lo mantiene, es decir, haces que trabaje para ti. Recuerda: El 50 % de tus actividades diarias.

Si decides tus hábitos, decides, en gran medida, tu vida.

https://www.youtube.com/watch?v=xAjOq0XXzu0